martes, 18 de diciembre de 2012

48

Entraste por la parte de atrás como en una película mala. Yo estaba de espaldas, como en una película mala también. ¿Cuando habíamos dejado de ser tan paranoicos que nos sentábamos de espaldas a las puertas? Pusiste tus manos sobre mis hombros y yo no hice nada.  Los apretaste un poco como buscando algún sentimiento pero yo abandoné cualquier tipo de sensación.Me soltaste y te fuiste, sutil como un huracán.

Lloré toda la noche por tus manos. Tus manos sin cuerpo bailando por la cocina, rompiendo todo a su paso.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Sé que tenés algo que decir, todos tienen algo que decir.
Contame, no me gusta hablar sola.