Sentadas en el suelo bajo un frío torrencial.A caras pálidas y labios amoratados mirabamos como pasaban las multitudes sin fijarse si quiera en nosotras, como si fueramos cajas amontonadas azarosamente contra la pared.
Y tomabamos sopa como quien toma una medida (o varias) de Vodka, para fingir que estabamos vivas.
Aunque quien sabe a quien trataban de engañar con eso de estar vivas... ya que nadie las veía. O quien sabe, igual y por ahí estaba mi Meg, observando al otro lado de la acera.
ResponderEliminarSi finges estar vacío es que no lo estás.
ResponderEliminarUna observación simple pero necesaria.