Estabas gordo y mamá te llevó al hospital.Tuviste que comprar pijamas y pantuflas, tuviste que pensar que libros ibas a llevarte. Te tuvieron un par de días en una habitación que olía a formol.
Hubiera pensado que estabas embarazado si no fuera porque, a casa, en vez de bebé trajiste un riñón en un frasco.
Veinte entradas.Lo logramos. Brindo por otras veinte más junto a ustedes.La próxima foto de mi modelo, P.
Vaya, la idea de que estuviese embarazado no tiene por qué ser descartada tan rápido, yo la veo lógica, y muy razonable.
ResponderEliminarDe todos modos tiene la suerte de tener otro riñón, pues como me pasó a mi, un corazón no tiene sustitución, creo que la falta de ese órgano en mi explica muchas cosas...