lunes, 10 de diciembre de 2012

46

Miedo.

Miedo de ver una patrulla detenerse frente a mi casa.
Miedo a dormirme de noche.
Miedo a no dormirme.
Miedo del pasado irrumpiendo.
Miedo del presente fugándose.
Miedo al teléfono sonando en lo muerto de la noche.
Miedo a las tormentas eléctricas.
¡Miedo a la chica de limpieza que tiene una mancha en el cachete!
Miedo a los perros que me han dicho que no muerden.
¡Miedo a la ansiedad!
Miedo a tener que identificar el cadáver de un amigo muerto.
Miedo a quedarme sin dinero.
Miedo de tener demasiado. Pienso que la gente no lo creería.
Miedo a los perfiles psicológicos.
Miedo a llegar tarde y miedo a llegar antes que nadie.
Miedo a la letra de mis hijos en los sobres.
Miedo a que ellos mueran antes que yo, y me sienta culpable.
Miedo de tener que vivir con mi madre en su vejez, y en la mía.
Miedo a la confusión.
Miedo a que este día termine con una nota triste.
Miedo a despertarme y darme cuenta que te has ido.
Miedo a no amar y miedo a no amar lo suficiente.
Miedo de que lo que amo sea letal para los que amo.
Miedo a la muerte.
Miedo a vivir demasiado.
Miedo a la muerte.
Ya he dicho eso.

Raymond Carver

(Estoy escribiendo algo más largo que no me deja ni tiempo ni ideas para dedicarles a ustedes. En cambio los dejo con este gran hombre al que le he robado-aunque me frustre y me enoje- varias cosas. Los dejo con uno de mis nueve fantásticos. Si esto sigue así les iré deslizando uno a uno los demás escritores.)

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