lunes, 7 de enero de 2013

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Oliv,, cuando me vaya vas a tener que cuidarlos muy bien. Vas a tener que seguir los siguientes pasos. Tratá de ocultar mi ausencia todo lo que puedas, inventá juegos en el patio, decí que estoy un poco engripada o que estoy escribiendo una obra maestra y que nadie debe molestarme ni siquiera para cosas tan terrestres como tomar el té a las cinco. Cuando ya sea inevitable, cuando no puedas negarlo más. Entonces entregales la carta. No la leas antes, mamá la va a leer en voz alta. La carta no dice la verdad, claro. A decir verdad  yo tampoco la sé. Cuando papá diga que tienen que salir en mi búsqueda, tranquilizalos. Deciles que nunca les mentí y que si en la carta dice que volveré en una semana así lo voy a hacer.
Pasada la semana y si no volví (ya te lo dije, yo tampoco se cuanto me puede llevar esto) dejalos empezar a buscarme. Insistiles en que no lleven a la policía con ellos, las luces rojas y azules me dan mucho miedo. Igualmente no creo que me encuentren. Si para cuando empiece la cacería, mi cacería, terminé el trabajo, me apareceré frente a ellos como un ciervo que come algo de pasto sin saber que está frente a su asesino.
A cambio te dejo mi tocadiscos portatil y un vale por veinte pesos en el almacén. Quería comprar y darte yo misma la pistola del llanero solitario pero el tiempo no está de mi lado, hacé eso también por mi.
Abrazá muy fuerte a Goldie de mi parte, te recordaré hoy y todas las noches.

1 comentario:

  1. A veces, y aunque nadie lo entienda, tenemos que irnos lejos hasta terminar lo que tenemos que hacer.
    Un abrazo.

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Sé que tenés algo que decir, todos tienen algo que decir.
Contame, no me gusta hablar sola.