domingo, 17 de febrero de 2013

55

La mujer que subió conmigo bajó dos paradas después. El chico que tenía acxema en las manos que me miró dos o tres veces. Tendría que haberle hablado. Sus manos rojas abriendo la ventanilla, el expansor negro en su oreja izquierda.
Bajó el hombre de los anteojos de mujer, ¿hace cuánto tiempo está viajando?
El chofer insistió con que la gente vaya más atrás. Suban, suban por don quiera, todavía entramos más. Después saludó a un ciclista viejo con bigote.

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Contame, no me gusta hablar sola.